VI Yeti Trail Run: ¡Explotando!

Justo al pasar el primer avituallamiento, en el que no paro a repostar, Ángel Mayor (CEX Cartagena) me pregunta:


- ¿Vas bien o explotaremos?
- Esperemos que no explotemos ninguno.
- Mucho parece que le estamos sacando a los segundos.
- Calla y sigue corriendo.



Vamos dirección a las Cunas, primera subida seria de la carrera. El ritmo que nos imponemos es exigente pero no excesivo. Las piernas responden y quieren más. Ángel me deja hacer en la subida dándole yo la alternativa cuando llega la bajada, su especialidad. A mi compañero se le ve ganas y con un punto (o dos) superior a mi. Se que no puedo cebarme y poco a poco lo dejo ir. 



Bajando de la Cunas 



La segunda subida la hago siguiendo su estela, siempre lo tengo a la vista, pero noto que ya no podré llegar a él. He ido bebiendo agua, pero parece que no ha sido la suficiente. Pequeños calambres empiezan a fraguarse en mis gemelos, obligándome a frenar mi cansino ritmo. La crisis no dura mucho, pues se solventa con las primeras rampas de bajada hacia los pozos de Cartagena.



En la canaleta no me veo suelto, las pesadas piernas tardan en responder y los movimientos bruscos, tan necesarios en una bajada tan técnica como esta, hace que vuelvan a mi los calambrés que creía haber expulsado totalmente de mi cuerpo. ¡Pues no! regresan con más fuerza y afectando a más músculos. Y esta vez han venido para quedarse.



Ahora solo queda esperar que pasen, remontar las malas sensaciones y volver a renacer. Bajo el ritmo y espero el milagro. Pero llega antes el cortafuego, donde transitar por él ya es duro hasta en tus mejores condiciones. No tengo otra, con milagro o sin milagro voy segundo y sigo adelante.



Subiendo por el cortafuego, mi cara lo dice todo 



Otro año más me toca arrastrar mis piernas acalambradas hasta el morrón. Al mezclarme con los participantes de la carrera corta, pierdo la noción de mi puesto, no paran de adelantarme, pero no reconozco a nadie de la larga. Y no es hasta casi coronar, cuando me saca de mi ensimismamiento Alberto Plazas (Valle de Ricote). Me despierta para verificar que ya no puedo más. La subida ha consumido lo poco que me quedaba.



Alberto Plazas 



Aun así, he conseguido subir, todavía queda algo de esperanza. Tengo a muchos de la larga pegados a mi, pero ahora solo queda bajada. El repentino optimismo que aparece en mi cabeza da un poco de fuerzas a mis piernas para emprender la carrera, que rápidamente es frenada por la primer atisbo de subida. Aunque la cabeza quiera, las piernas hoy parece que no van ha poder renacer. Desconecto, solo me queda dejarme caer e intentar llegar como sea a meta. 



Ángel Mayor 



Ángel, enhorabuena por tu carrera, por tu primer puesto, por tu gran marca, ¡Te lo mereces! Me hubiese gustado plantarte más batalla pero creo que hoy:




¡He explotado!

Gracias a las fotos de Fran Nortes con las que he podido ilustrar esta entrada

4 comentarios:

  1. Son dias, como decia uno, aun así...carreron. Un saludico.

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  2. Un mal dia lo tine cualquiera, pero para mi quisera yo ese mal día....jejejeje....De todas formas Enhorabuena Javier....Makina

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  3. Parece que has descrito mi carrera en la ctt
    el que juega con fuego se quema.
    angel es el fuego.
    no se si hemos sido valientes, o poco listos, o simplemente nos hemos visto bien y comodos, dejandonos llevar por las sensaciones y el frenesi de la carrera, sin mirar relojes sin mirar tiempos de paso simplemente correr sin mesura...
    dicen que en ocasiones funciona, a mi de momento no me ha funcionado. y petar en una carrera de 20 km no es problema, y en una de 42 pues.... mas o menos... pero no me quiero imaginar lo que puede ser eso en un ultra..
    yo ta estoy desenado quitarme la espina. :-)

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