Muerto el 2011, viva el 2012.

Se planteaba  como una broma, el solamente pensar que en el año 2011 iba a tener posibilidades de optar a tantos pódium.

En el comienzo del 2011 y con un nuevo plan de entrenamiento que consistía simplemente en empezar a entrenar en serio, me planteo los objetivos para las dos ligas en las que participo: estar dentro de los 5 primeros en la Liga de Carreras por Montaña y dentro de los 3 primeros en la Liga de Carreras de Orientación.

Como siempre y debido a la exigencia física que requiere y el escaso tiempo que dispongo, todos mis entrenos se centran exclusivamente en las carreras por montaña, descuidando, como siempre, los entrenos técnicos de orientación.

La Orientación:

La temporada de orientación ha sido una progresión de carreras donde en muy pocas me he visto suelto, con multitud de fallos que fácilmente se podrían haber evitado, simplemente con un poquito más de atención. Lo que ha salvado la temporada y lo que me ha aupado al tercer puesto en la clasificación final en mi categoría (H-35) ha sido una inmejorable forma física, de la que he tenido que echar mano para salir de los entuertos donde mi mala orientación  me había metido.

Un tercer puesto está muy bien, pero realmente creo que puedo y quiero más, y en esta temporada que empieza, voy a mejorar mi técnica para intentar ponérselo más difícil a esos grandes orientadores con los que comparto la categoría.

La montaña:

Pero donde más me ha sorprendido mi rendimiento, igual que creo que a muchos, ha sido en las Carreras por Montaña. El objetivo principal de la temporada era el Campeonato Regional, carrera que se celebraba en Sierra Espuña sobre una distancia de 45 kilómetro. Por lo tanto, toda la temporada, más o menos iría planteada para llegar a tope a esa prueba, utilizando las carreras de la Liga como test.

Primer test: La carrera de Cieza, la subida al Portazgo. Fue uno de esos días donde parece que las piernas corren solas. La cara de asombro de tanta gente cuando cruce la meta en tercera posición y primer murciano. Por lo tanto, y casi sin quererlo me ponía el primero en la Liga.

Segundo test: después de un verano de grandes y provechosos entrenos, en la carrera del Valle ocurre todo lo contrario. Es uno de esos días donde parece que las piernas no quieren correr y aunque en la primera parte de la carrera me defiendo como gato panza arriba, me deshago en la subida al relojero, perdiendo unos puestos y puntos preciosos.

Tercer test: el más importante y el que más puntos aporta a la liga; la Carrera de Ricote. Otro buen día, que junto con un pequeño problema con el balizaje de la carrera, hace que disfrute de las montañas de Ricote en solitario, consiguiendo otra vez la primera posición de los murcianos y sumando unos puntos muy importantes.

En este momento estoy en toda la ola, me siento muy bien y compruebo que un buen entrenamiento es la base fundamental para que las cosas salgan bien. Una lástima que el cuarto test se tuviese que posponer debido al incendio que sufrió la zona de la carrera, pues era entonces cuando yo estaba bien.

Pero ese pequeño percance me deja más tiempo para preparar el verdadero objetivo de la temporada, puedo meter más días largos y acostumbrar el cuerpo a lo que se me vendrá encima por las montañas de Sierra Espuña. Y parece que me vino bien, pues me sale una carrera de ensueño, consiguiendo el subcampeonato.

Pero a partir de aquí y por diferentes motivos, todos ellos controlados y fácilmente corregibles, dejo de entrenar al nivel deseado  ¡y se nota!

Llego tocadísimo a la Cartagena Trail, una carrera que no tenía pensado hacer, pero debido a modificaciones del calendario de orientación, al final me animo y termino sufriendo en las últimas rampas. La Yeti trail me deja “pa la rastre”  y me cuesta mucho recuperar, pagándolo en esta carrera.

Al final me recupero y me preparo para la Unión, es una carrera de tránsito hacia mi primer puesto en la liga, pues muy mal tienen que ir las cosas para perder esa posición. Los entrenos empiezan a ir otra vez bien, retorno a mis buenos niveles y se me pasa por la cabeza el hacer una muy buena posición. Pero las fechas son muy malas para mí, compromisos familiares hacen que vuelva a dejar de entrenar y ¡vuelta a las andadas! a sufrir en las últimas cuestas de la Unión, pero mi octavo puesto me dieron los puntos suficientes para programarme el Campeón Absoluto de la Liga de Carreras por Montaña, un verdadero sueño a principio de temporada.

Para este año que entra, va a ser difícil igualar o acercarse a los resultados conseguidos en esta disciplina, sobre todo por los grandes corredores que se están formando en nuestra región, pero si las circunstancias me lo permiten, lo voy a intentar con todas mis ganas. Porque ya sabemos cuál es el secreto: un buen entrenamiento.

Y como en este año, en el 2012 también me planteo seguir participando en todas aquellas carreras nacionales, tanto de orientación como de montaña, que no se alejen mucho de Murcia. Y como no, ir al Campeonato de España de orientación y volver al de montaña, aunque este último lo tengo más difícil por la lejanía de la carrera.