Este
fin de semana tocaba orientación: la 25ª Edición del Trofeo Costa Cálida, una
competición internacional que no me he perdido desde que allá
por el 2000, comenzase a practicar este deporte.
Para
poder asistir a este torneo, tuve que declinar el poder participar en la II
Carrera por la Serranía de Librilla, que aunque solo trascurre por pista, sin
ningún tipo de tramo técnico, es una prueba a la que tengo cariño, por celebrarse
en mi pueblo de adopción y por lo mimada y bien cuidada que la tiene la
organización. Felicitar a los campeones y participantes en general. Para el
año que viene, si las fechas lo permiten, aquí estaremos.
El
Costa Cálida se celebra en el trascurso de dos días, siendo la suma de los
tiempos de las dos carreras el tiempo final de la clasificación.
Piernas cansadas:
El primer día
hicimos la carrera larga, donde me sentí muy pesado. Los últimos entrenos para preparar la
Perimetral de Benissa (65km y 3500 d+), me habían dejado las piernas muy
castigadas, piernas que eche de menos en los tramos largos, donde me quedaba
fácilmente sin fuerzas.
Desde
el principio me di cuenta, que aunque los tramos verdes no eran de vegetación
muy espesa, debido a la gran cantidad de ramas bajas, era preferible rodear,
para no sacarse un ojo. No arriesgue casi nada, haciendo todos los tramos
largos apoyándome en los cultivos y rodeando las zonas verdes.
Consigo
hacer un meritorio 10º puesto, aunque se cuelan tres murcianos delante de mí.
Al ser este trofeo puntuable también para la Liga Murciana, tendré que mejorar
mañana para no seguir perdiendo muchos puntos.
Experto cazador:
El
segundo día se sale a la caza: comienzas la carrera según el tiempo que has perdido con el
primero de tu categoría. Yo tengo en mente a los murcianos, saliendo los tres, dos minutos delante de mí. Me dan la salida y empieza la caza.
En
la 1ª baliza he cazado a uno, que aunque no es murciano me motiva para seguir
en lo mío. De camino a la 2ª me confundo y aparezco en la 3ª tercera ¡qué malo es emocionarse! pero no me hundo, recuperando bien el tiempo
perdido. Voy encontrando los controles y
en ocasiones veo muy cerca a Manuel Ángel Paco (Compañero del SENDA), el cual
debería de ser mi primera presa.
Pico
la 7ª y cuando me dispongo a navegar hacia por el punto largo, aparece Manuel
despistado. Uno cazado, faltan dos. Corro en este tramo y las piernas hoy si me
respetan, llegando al claro para atacar la 8ª donde me encuentro con dos
corredores de mi categoría. Según comprobé después, uno era al que había cazado
al principio de la carrera y el otro me cazó a mi en mi fallo en la 2ª. Hacemos
un grupo y pasamos esa parte muy rápidos, cuando no la encontraba uno, la veía el
otro.
En
el siguiente tramo largo hacia la 13ª, intento apretar, dejándolos con
facilidad, pero corro tanto que entro mal a la baliza, perdiendo todo el tiempo
ganado. Paso por la baliza del público y
me vuelvo a unir a mis compañeros, pero uno de ellos ya no puede con el
ritmo y nos quedamos dos. Llegamos a la 15ª y que sorpresa cuando aparece
Antonio Astasio (Compañero de SENDA) que viene echando ascos del fallo que acaba
de tener. Otro cazado y ya van dos. Nos quedamos juntos hasta el sprint,
donde no tengo problemas para entrar el
primero.
Me
ha faltado una presa: Román Piñero (Murcia-O) que ha entrado un poquito antes
que yo, una lástima el no haberlo podido cazar, se hubiese completado un día
perfecto. No puedo quejarme, pues en esta me he salido, llegando el 4º del total
y subiendo a la 7º posición de la suma de los dos días.
Ahora
a descansar, solo faltan dos semanas para el primer objetivo del año, La II Perimetral de Benissa, pero eso es otra historia que ya os la contaré en otra
entrada.
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