Multitud de luces atraviesan
Benissa como una serpiente iluminada que poco a poco se aleja del pueblo. Su
cabeza se hace visible, formada por los mejores corredores, los que lucharán
por la victoria. Se vigilan, se estudian, marcan su ritmo y empieza la fiesta.
Los sigo desde cerca, pero sin atreverme a molestarles.
La organización prometió cambios
que no pasarían desapercibidos ¡Pero ya! ¡Tan pronto! La larga pista que nos
llevó el año anterior a la primera cumbre, se trasforma en un sendero. El grupo
se estira, pudiéndome poner en cola. Paso algunos, pero esto acaba de
empezar.
Se enciende el día, la noche deja
paso a un impresionante paisaje. Apago el frontal, me ajusto la mochila y reviso el chip. Primer avituallamiento (km 12.5), todo va bien. Formamos un trío, todos
muy juntos, nadie ataca, nadie tira, todavía falta mucho, simplemente
disfrutamos en compañía.
La cabeza de la carrera por las calles de Benissa |
Perfil de la carrera: una verdadera sierra llena de dientes |
Segundo avituallamiento (Km 17.5), donde me
uno a Ángel Mayor (Roller Master) con el que hago gran parte de la carrera. La
subida en la zona d´Oltá se ha endurecido y la bajada no tiene tanta pista. Los cambios de la organización
me gustan, pero no me dejan descansar. Me noto agotado. Aparecen los primeros
calambres ¡Todavía no llevamos ni la mitad! Sigo la estela de Ángel en las
bajadas y comparto sufrimiento en las subidas. Kilómetro a kilómetro nos
acercamos a Antonio Ibarra (Roller Master) que como nos tiene acostumbrados,
hasta en las largas sale con los primeros.
Antonio Ibarra |
Ángel Mayor |
Antes de la Cresta de Bernia, nos espera una
nueva sorpresa; la Pedrera d´Oltá (Km 21), una larga pared vertical en la que hay que utilizar hasta las manos
para progresar. Me cuesta, pero no tanto, pues el tener tan cerca la camiseta
naranja del Roller escapado, me camufla el dolor. De la cabeza van cayendo
unidades, a los que pasamos en nuestro camino hacia Bernia. Antonio se nos
resiste, solamente cediendo en el comienzo de la subida al Pico.
Nos juntamos un buen grupo. Cazados y cazadores comenzamos la ascensión; canchales, cuerdas, cadenas, trepadas, vértigo y mucha arista. Una zona por donde casi no se puede ni andar. Un paraje de Montaña para una verdadera carrera por Montaña.
Me pongo el primero del grupo y
aprovecho un momento de bienestar para separarme un poco de mis acompañantes. Corono el primero (Km. 32), saboreo las vistas y para abajo. El descenso me pone en mi sitio, no me encuentro bien, a la mínima mis
músculos se tensan, avisándome de que voy justo. Hemos pasado lo más difícil,
pero solamente hemos hecho la mitad de la carrera. Lo que queda se me puede
atragantar, decido parar un poco. Por detrás aparecen las dos camisetas
naranjas de mis compañeros murcianos ¡Mejor acompañado que solo y dolorido!
Nos juntamos un buen grupo. Cazados y cazadores comenzamos la ascensión; canchales, cuerdas, cadenas, trepadas, vértigo y mucha arista. Una zona por donde casi no se puede ni andar. Un paraje de Montaña para una verdadera carrera por Montaña.
En la subida la pedrera d´Oltá |
En la cresta de Bernia, en los pocos sitios donde se podía correr. |
Con las barrigas llenas y las
mochilas repletas, seguimos la carrera. Se nos une Jose Luis Martinez (independiente) y nos convertimos en
un cuarteto, pero por poco tiempo; Antonio no recupera y baja el ritmo. Es la
mejor opción, frenar y esperar sensaciones. Pero no sería el único abandono del
grupo, ya que pasado el kilómetro 42, mis cuádriceps empiezan su fiesta
particular, donde cientos de agujas estaban invitadas. Mis muslos ya no pueden
seguir el ritmo de Ángel, que se va con mucha facilidad detrás de Jose Luis. Le deseo
suerte con la mirada.
Nuestra aventura ha durado casi 5
horas, un romance de 42 kilómetros, roto por la imposibilidad de seguir su
ritmo. ¡Vete!, no mires atrás, no quiero ser un obstáculo para ti, ¡No quiero
frenarte! Pero cuando recuerdes la carrera, piensa en mí, en esos maravillosos
momentos que hemos pasado juntos.
Me he quedado solo, abandonado y
muy cansado. Lo peor de todo es que sé lo que falta. Voy noveno de la carrera, pero
Gabriel Valero (independiente) va muy cerca, y si las cosas van como tienen que
ir, me pasará. Sigo corriendo y con la mente en el avituallamiento de Senija (Km 50). Pensar en bocadillos, agua fresca, dulces y dátiles, hace que los
kilómetros pasen más rápidos. Pero no solo para mí, pues en un abrir y cerrar de ojos me
ha adelantado Gabriel.
Una gran pareja |
Con la boca llena de una mezcla
de dátiles, galletas de chocolate almendras y yo que se más, abandono el
pueblo y me dispongo a afrontar la última aparte, con el objetivo de no salir
del top ten. Sufro mucho en la siguiente bajada, mis muslos no pueden más y los
centenares de agujas que se clavan a cada paso, me hacen imposible seguir
corriendo, pero cuando me detengo es peor, el músculo se contrae y el dolor se hace
insoportable. Paro a relajar la musculatura, pero al intentar
estirar una parte, me saltan resortes en zonas que creía que no existían. Es un momento que no
puede ser más crítico ¿¡o sí!?
Inmerso en la penúltima subida,
tirado en el suelo, intentando recuperarme de la última crisis muscular, ¡No
puede ser! ¡Un corredor!, y está muy cerca. Adiós a la décima posición. Me
levanto como puedo y empiezo a moverme. Lento y patoso al principio, con un
poco más de gracia tras un tiempo. Quiero ser adelantado con dignidad, no
tirado en el suelo dando lástima. Pero aunque se acerca no llega a cogerme.
Corono y comienza la bajada. Puedo correr pero los pinchazos no cesan. Mi
perseguidor a 30 segundos.
Comienzo la última subida. No voy
tan mal y que no me haya recortado tiempo, me da un poco de moral. Encumbro y
mi perseguidor a 30 segundos. Lo que comienza aquí no se lo deseo a nadie:
después de 60 kilómetros de una durísima
carrera por montaña, tener que terminar los últimos 5 sufriendo, sin dejar de
mirar hacia atrás y sacando fuerzas donde hace ya mucho tiempo que no habían,
para poder conservar tu puesto, que tanto significa para ti. Pues hasta las
últimas rampas de antes de llegar a Benissa no estuve seguro de poder aguantar
las envestidas que mi perseguidor, me estuvo haciendo. Sacándole en meta solamente 20 segundos.
Mezcla de sentimientos, multitud
de sensaciones, cantidad de recuerdos pero sobre todo, hambre, mucha hambre, saciada solamente por un bocadillo de "pan con todo".
Ficha de la carrera:
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Denominación
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II La Perimetral a Benissa.
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Localidad
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Benissa (Alicante)
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Km
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65
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Desnivel positivo
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3.500 m
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Precio:
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Anticipada y federado 35 euros
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Perfil:
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Avituallamientos
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En carrera: Agua, Isotónico, Coca Cola, Bocadillos, Galletas, almendras, nueces, plátano, naranja, etc..
Después de Carrera: dos consumiciones (Bocadillo o pizza) y tres bebidas. |
Bolsa del corredor
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Camiseta, información de Benissa y publicidad variada.
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Nota
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Participantes
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Finalistas: 366
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Tiempo del Primero: 6:56:26 Sebastián Sanchez (Maratón Crevillente)
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Tiempo del último: 15:56:59
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Clasificación personal
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10º de la General
8º Sénior Masculino
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Tiempo personal
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8:11:56
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Eres heavy, heavy, heavy; de todos los que conozco que han ido, el unico que ha disfrutado con la prueba. Un saludico y felicidades.
ResponderEliminarEnhorabuena, gran cronica y gran carrera. No me imagino la tension de pelear por un puesto despues de toda la carrera, increible, de nuevo enhorabuena. Nos vemos en la siguiente, porque en esta nos vimos poco
ResponderEliminarUn placer compartir la carrera con los grandes un abrazo
ResponderEliminarya te di la enhorabuena en la entrada anterior... pero ke coñooooooooo, otra vez, gran carrera tio, y muy dura por lo que dices y por otras cosillas que me han llegado, creo que estas pruebas largas con zonas campo a través, te van muy bien, un abrazo mákina.
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