Kilómetro
19 y casi dos horas de carrera. De repente desaparecen las cintas; ni José
Antonio Rojano (Club Ultra Trail Benidorm) ni yo hemos vista ningún cruce ni
senda que nos indicase que el recorrido fuese por otro sitio. Seguimos por la
pista al escuchar gritos que sospechamos fuesen de algún voluntario de la
organización.
Jose Antonio Rojano |
Todo
se pone negro cuando encontramos al grupo cabecero dando vueltas en un cruce y
pidiendo a voces una solución. No saben donde están, y lo peor es que no
deciden hacia dónde tirar: derecha, izquierda o retroceder hasta la última
baliza. Retornamos por nuestros pasos en busca de un posible cruce y a la
espera de ser alcanzados por Juan José Larrotcha (SENDA) corredor que debería
de ir unos minutos detrás de nosotros.
Juanjo Larrotcha |
Juanjo
no aparece. Él si ha visto la cinta recogida en el suelo que corta la pista y manda
la carrera hacia una senda. Ese pequeño accidente, en el cual pierdo 10 minutos, me pone en alerta: las
cintas no se recogen solas, alguien puede estar queriendo sabotear la carrera.
¡Hay que ir atentos!
La
carrera da un vuelco tremendo: antes de la perdida un grupo formado por cuatro
corredores marchaba tranquilamente estudiándose y sin apenas desgaste:
Francisco Díaz (Roller Masters), Alberto
Plazas (Spor-ti), Juan Miguel Cuenca (La Sima) y el corredor catalán Juan José Oliva (La Fuma). Tras de ellos Tony y Yo. Y persiguiéndonos a nosotros, y sin sufrir el
extravío: Juanjo y los dos miembros del Roller: Ángel Mayor y Antonio Ibarra.
Cuarteto de cabeza hasta la perdida:
Alberto |
Juan Miguel |
Juan Jose |
Sisco |
Al
meternos otra vez en carrera, la cosa se pone un poco loca: Sisco pone el turbo
y se va en busca de la cabeza, Alberto se pega a él con la esperanza de que lo
acerque lo máximo a los primeros puestos, a mí se me cruzan un poco los cables
y aprieto para intentar irme con ellos, o por lo menos que no se me fuesen
mucho, adelantando a Juan Miguel y dejando a Tony, mi compañero hasta ahora y
el Catalán desaparece. Para complicarlo todo un poco más, aparece por delante Francisco Mendoza
(Alhama COYM) que ha sido otros de los que no se ha colado en el cruce,
adelantándonos para apuntarse a la fiesta.
Paco |
Pasado
el avituallamiento 2º (kilómetro 24), me relajo un poco, volviendo a compartir mi ritmo con
Tony, manteniendo siempre a vista a: Alberto, Juan Miguel y Paco. En estos
kilómetros empiezo a notarme cansado y utilizo el comodín del gel de cafeína,
dándome un extra que aprovecho para aumentar el ritmo. Arrastro a Tony y nos
vamos a la caza de los de delante. Primero Alberto, que decide parar a
repostar, después llegamos a la altura de Cuenca, al cual también se engancha
para llegar juntos al 3º avituallamiento (kilómetro 34) .
Salgo
con muchas ganas, las que aumentan cuando diviso a Ángel parado bajo un pino.
¡Ya lo he pillado! Pero mi alegría se hace plena, cuando unos metros más
adelante nos encontramos con Antonio.
Hago cálculos: delante y casi inalcanzables: Sisco y Juanjo, muy pegado y en
progresión Paco y por detrás cinco grandes corredores que aunque no están bien,
pueden mejorar pues todavía queda mucho.
Pero
la historia se repite, ya no hay cintas. Antonio va bajando con las manos en la
cabeza para infórmanos del desastre. ¿Y ahora qué? Otra vez desanimados,
nos volvemos a agrupar ¿Qué hacemos?
División de opiniones: unos hacia abajo hasta el control (Tony y Alberto) y el
resto nos la jugamos hacia arriba, con la intención de abandonar si no es el
recorrido correcto.
Dos
kilómetros después aparece la primera señal, coincidiendo con un voluntario de
la organización que nos indica que vamos en el buen sentido. Otra vez empieza
la carrera, otra vez a sacar ganas para correr.
Situación
de carrera: sospecho que delante irán Sisco y Juanjo (no se si juntos),
muy cerca de mi Paco que se ha entretenido menos que nosotros en decidir que
seguía por la pista y conmigo: Ángel, Antonio y Juan Miguel.
Como
algo me queda del gel de cafeína y gracias al descanso que nos hemos dado al
subir andando, impongo un ritmo con el que me separo de mis
compañeros. Corono el Pico de la Muela a unos dos minutos de Paco, dejándome caer hacia el rio,
primero por una senda muy bonita y entretenida que, antes de lo que me hubiese
gustado, se transforma en una ancha pista, donde soy capturado por Ángel, llegando
al avituallamiento 4º (kilómetro 45) juntos y muy hambrientos.
La
pista me ha sentado fatal, me noto con falta de energía. ¡Qué malo
es comer con hambre! No tengo altura, me lo como todo, pasándome con el zumo,
del cual puedo llegar a beber más de un litro en muy poco tiempo. Al salir del
reportaje me siento pesado y con el estomago muy cargado ¡Esto me va a pasar
factura!
Sigo
a mi compañero como puedo, esquivando piedras, saltando arroyos, intentando no
perder su espalda, pero cada vez me cuesta más. La barriga ha pasado de estar
cargada a dolerme, aunque todavía no es preocupante. Lo que empieza a preocuparme son
las piernas, que parece que empiezan a gritarme ¡BASTA! Situación crítica:
kilómetro 50 y empiezo a no poder.
Ángel, compañero de tantos kilómetros |
Levanto
el pie, Ángel se va y yo comienzo a andar en todas las rampas por pequeñas que
sean. Ahora toca sufrir ¡Pero 20 kilómetros van a ser muchos!
Llego
a la última subida, por lo menos aquí todo el mundo anda, aunque yo seguro que
más lento. Voy muerto y me cuesta moverme, pero sigo hacia delante. Penúltimo
avituallamiento (kilómetro 60) en la mitad de la subida, donde se coge una pista que nos
llevaría a las primeras rampas de esta mañana, las más dura de todas, las cuales
vamos a repetir.
En
la poca pista de tránsito hacia la sorpresa final, no puedo correr y ando
bastante lento. Oigo unos bastones y al girar la cabeza descubro que Jesús
Molina (Senda) me está dando alcance. Se pone a mi altura, informandome de cómo
va la situación por detrás, y sin hacer mucho esfuerzo me deja. Según parece
por detrás van lejos, pero si las cosas no cambian seguro que me pasaran muchos
más.
Jesús Molina |
Inmerso
en las duras rampas y con las manos en los muslos, otro corredor me alcanza: Joaquín Cárceles me
saluda desde unos metros más abajo, se le ve entero y con ganas de pasarme. ¡Otro
más! Yo a lo mío, que todavía tengo que llegar.
La
barriga ya casi no me duele y las piernas ya no están acalambradas, empiezo poco
a poco a subir con más soltura. Joaquín quiere pero no termina de cogerme,
coronando Los Frailes delante de él. Ahora empieza una bajada dura y enrevesada, que debo
de bajar tranquilo para que no se me monte ningún músculo. Las piernas van muy justas,
explotando a la mínima.
Consigo
completar la bajada con buenas sensaciones en las piernas, es como si me
hubiesen dado unas nuevas. Pues a correr para que no me pille nadie. Último
control: todo bajada donde me encuentro a Jesús Molina en una pequeña crisis.
Ahora me toca informarle a mí de la cercanía de Joaquín y seguir mi ritmo de
camino a meta.
Pequeño
susto antes de llegar: mucho tiempo sin perderme y apunto estoy en los últimos
kilómetros, pues otra vez desaparecen las malditas cintas, y por arte de magia aparecen
indicando por una rambla por la que estaba seguro de que no era. El final era
el del año pasado, y recordaba muy bien esa aparte, ya que lo pase bastante mal
subiendo la cuesta. Opto por la subida y no por la bajada y otra vez vuelvo a
acertar.
Llegando a meta. |
Lo
que queda tranquilo, sin sobresaltos de última hora, llego al polideportivo y
entro andando en la posición quita de la general en un campeonato Regional de
ultra distancia un poco descafeinado debido a la gran cantidad de minutos
perdidos de alguno de los corredores favoritos.
Enhorabuena por la carrera y por la capacidad mental para reponerte a las perdidas. Me doy cuenta de que tuve mucha suerte, supongo que la primera zona de perdida la marcaron antes de pasar yo, en la segunda me encontre con Rojano cuando bajaba y decidimos subir juntos hasta que nos encontramos con el de la organizacion, y en la rambla aposte por subir y tambien acerte. Hubo otra zona donde la gente tambien se perdio y atajo, supongo que todos sin querer, pero no se cual fue. Una pena por los que se perdieron. Enhorabuena por la carrera otra vez, y por la cronica, y por el triunfo por equipos
ResponderEliminarFelicidades por la carrera y como le dije a Dani, una buena manica de ostias y a los graciosos se les iban a quitar las ganas de quitar cintas. Un saludico.
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