Niebla, lluvia, frio, cansancio y sobre todo hambre en Sierra Espuña


Hacía tiempo ya que sabía donde iba; que la carrera sería dura, que tenía más kilómetros de los que decía la organización y que la última subida (al Morrón Chico) me costaría, y aunque encima se levantase el día lloviendo, allí me tenía el Yeti, en primera línea de salida, dispuestos a “comerme” la carrera.


Salida rápida y pronto me coloco en una muy buena posición (3er), acompañado por Abelardo Valls (C.E.A. Volta Terme de Fondeguilla) y sin perder de vista a los dos corredores de cabeza, encabezados por nuestro Carlos (Fosky) y un corredor de Burgos. Me encuentro bien e intento separarme de mi acompañante, pero cuando la cosa se pone empinada y tenemos que andar, compruebo que Abelardo se mueve con muchísima soltura, separándose de mí con una facilidad tremenda.

Hay una pequeña perdida de los dos corredores de cabeza antes de llegar a  Peña Apartada que propicia que los adelantemos, aunque tras mi primera y segunda caída (debido a las piedras mojadas) soy capturado rápidamente por el de Burgos y posteriormente por Carlos. Con muchas  dificultades para encontrar las señales debido a lo enrevesado del sendero y  la espesa niebla, se consigue salir de Peña Apartada y me dirijo hacia la Casa Forestar de la Carrasca.

La vuelta al Morrón Grande se me atraganta, y la subo la mayor parte del tiempo andando, tengo que ver como me adelantan varios corredores, relegándome  a la quinta posición de la general. Consigo llegar a los pozos de la nieve y afronto la primera gran bajada hasta la Perdiz un poquito más recuperado.

Después de esto, la gran subida: niebla, lluvia, frío, cansancio y sobre todo hambre. Compañeros inseparables de la interminable ascensión. Ahora solo toca gestionar el esfuerzo y los calambres y esperar que los compañeros que van por detrás estén igual que yo.

Y es entones cuando empieza la carrera de verdad, la que nos interesa a nosotros, la que enfrenta a los aguerridos miembros de SENDA para la clasificación que da las bellotas. Y aunque yo creía que sería el segundo SENDA, detrás del insuperable Carlos, allí estaba Juanjo para sacarme de mi sueño, adelantándome a pocos metros de la cumbre del Morrón. Y muy cerca también, Anto esperando que flojeara para poder pasarme. Pero no se lo voy a poner tan fácil a ninguno de los dos. A correr, a correr y a correr. Hasta que la tercera caída me para en seco. Desde el suelo y con la pierna ensangrentada contemplo como Juanjo se aleja, ocultandose entre la niebla, como pierdo toda la posibilidad de ser el segundo hombre de SENDA y como pronto me cogerá Anto.

Me levanto como puedo, me duele la pierna, pero tampoco parece tan grave, dentro de poco tengo un avituallamiento y me podrán una tirita que frene la hemorragia, ahora la tapo con la calceta y empiezo a correr. En el avituallamiento me informan que Juanjo me lleva unos dos minutos y después de taponada la herida, que ya no sangra tanto, me lanzo a la captura. De Anto no se sabe nada, pero estaba bien cerca.

Consigo visualizarlo en la pista del Leyva, me lleva una buena distancia y arriesgo todo lo posible (e imposible) para acercarme. Pero ya muy cerca de la meta y después de utilizar algunas tácticas secretas para que aminorara su velocidad, tengo que admitir que hoy seré el tercer hombre de SENDA, pero muy cerca del gran Juanjo que ha vuelto hacer una tremenda segunda parte de la carrera, y seguido de Anto que se relaja en la bajada al no tener contacto visual con nosotros.



Ya en meta me entero que Abelardo, mi compañero hasta Peña Apartada, ha conseguido llegar el primero, al que felicito. Me comenta que aparte de subir bien (cosa que sufrí en mis propias carnes) baja aún mejor, cualidades que ha utilizado para meterme más de 25 minutos en la línea de llegada.   

Mi agradecimiento a todos voluntarios que nos abastecieron de comida y bebida, ya que el día fue un verdadero infierno mojado. Pero entre todos, un especial abrazo a ese grupito de chicas (y un chico) que consiguieron tapar mi herida y me dieron alas para casi pillar al magnifico Juanjo.



2 comentarios:

  1. Javi, tu carrera fue estupenda. Estás fortísimo. Quizás te faltó dosificar un poco esas fuerzas y guardar algo para la última subida, que se hace eterna.

    Y tus últimos kilómetros fueron espectaculares. Yo pensaba que te quedarías bastante atrás, ya que en el Morrón Chico te vi muy tocado, pero al final casi me pillas (y eso que yo bajé lo más rápido que pude).

    En fin, enhorabuena por la temporada tan magnífica que has tenido y ahora a descansar un poco con vistas a la siguiente, que seguro que será mejor que ésta.

    ResponderEliminar
  2. Temporada buenísima, pero siempre detrás de ti. El año que viene intentaremos seguir creciendo. Pero seguro que tu también progresas y la lucha seguirá en todo lo alto.

    ResponderEliminar