Lanzo
la carrera desde el principio, invitándose a la fiesta Sebas Sánchez (Maratón
Crevillente), Ángel Mayor (Roller Masters), y Oscar LaTorre (Maratón
Cartagena). Acompañantes de la primera gran recta hasta el inicio de la subida
a Peña Rubia.
Sebas |
Detrás
de Sebas llego a la cumbre. Lo sigo de cerca, esperando que en cualquier
momento me de esquinazo ¡aunque en esta ya no va a ser!
Reagrupación
en la bajada al primer avituallamiento, que debido a problemas idiomáticos con
la comunidad inglesa encargada de abastecernos, misteriosamente había desaparecido. Ahora estamos juntos: Sebas, Ángel, José
Alberto Gonzalez (Wuapa Aventura) que ha ocupado el lugar de Oscar y yo.
Ángel |
Confusos
y esperando encontrar algo para beber más adelante, seguimos nuestro camino
hacia el As de Copas, segunda subida seria del recorrido. En esta me vuelvo a
pegar a Sebas. Subimos rápidos, exprimiendo la carrera todo lo que podemos. Primero
se descuelga Ángel y posteriormente Alberto. Yo resisto como puedo a los
bruscos cambios de ritmo de mi acompañante, ya que cada vez que pasa de andar a
correr da un aceleración difícil de seguir. Al final también sucumbo a la calidad de este gran corredor, cediendo
unos pocos metros en la cumbre. Los que recupero rápidamente en la bajada.
Parece que me espera ¡no querrá quedarse solo tan pronto!
Marcándole el ritmo a Sebas |
Ahora
ya solos los dos y tras pasar el segundo avituallamiento (este sí que estaba),
nos encaminamos hacia el Pico del Águila, punto geodésico más alto enmarcado
dentro de la sierra de Burete. Una pista estrecha y poco tendida, transformándose
en la parte alta en una muy ancha, nos permite llevar una velocidad cómoda para
llegar a la cumbre casi sin dejar de correr en ningún momento. A esta altura de
la carrera ya llevamos mucho tiempo pasando a senderistas, los cuales, después de
quedarse sorprendidos de vernos tan pronto, nos espolean con sus ánimos. Sorprendentemente
ya llevo 20 km. de carrera y aun sigo con Sebas.
¡Atención
peligro! Alberto se ve a lo lejos, nos ha recortado mucho y parece que viene a
por nosotros. Nos salva la bajada, que aunque no es muy técnica, es lo
suficiente para volver a perder de vista a nuestro perseguidor, afrontando con
más tranquilidad la segunda mitad del recorrido.
¡La
carrera empieza en el 26! ¡Guárdate fuerzas para el final! ¡Ya verás lo que os
hemos preparado en la última parte! ¡Lo último te viene al pelo! ¿Y cuantas más
cosas como esas he podido oír estos últimos días?
Pues
si, todo era cierto. La carrera cambia de repente. De una carrera muy corrible,
se pasa a tres subidas de las de andar con sus correspondientes cresterios y
bajadas de piedras sueltas y arena removida. Un placer para las piernas si no llevase
ya todo lo que arrastraban.
En
la primera de las paredes me doy cuenta que ya se ha acabado mi aventura. Ha
sido muy bonito acompañar a Sebas en la cabeza de esta magnífica prueba durante
tanto tiempo, pero hay que poner los pies en tierra y empezar a luchar con los
de mi nivel. Bajo el ritmo y empiezo a mirar hacia atrás. Ahora tengo que administrar
toda la ventaja que he podido sacar ¡espero que sea mucha!
Donde
la carrera me venía más favorable y tenía
que disfrutar, empiezo a sufrir. Una serie de circunstancias me hacen dudar en
poder mantener la segunda posición: me quedo solo a mitad de la primera subida
seria, me cuesta seguir las señales en la cresta y para más desastre, dudo en
la señalización de un cruce de pista, lo que me hace bajar y subir dos veces
por el mismo sitio. Mi desesperación es máxima cuando de repente mis
perseguidores aparecen. Hay contacto visual, lo peor para un escapado.
Es
entonces cuando me pongo a trabajar en serio, no quiero perder este puesto que
tanta ilusión me hace. Saco fuerzas de donde ya creía que no había e intento meter
la máxima distancia entre mis dos perseguidores.
Lo
que queda es sufrimiento, tanto para mi, como para mis rivales, a los que no
volvería a ver. Al coronar por segunda vez el As de Copas, certifique que muy difícil
iba a ser que perdiese el pódium, y complicado que me arrebataran la segunda
plaza. Aunque todavía tuve que luchar unos kilómetros más con el recorrido,
en la zona más llana pero la que se me hizo más dura de todas, para poder llegar
victorioso a meta.
Llegando a Meta, con Carlos Marín (campeón de la anterior edición) en primer plano. |
En meta |
Recuperando |
Tras
de mí, Ángel: compañero de multitud de kilómetros en esta temporada, desde la
perimetral de Benissa, a las de la liga Murciana y hoy acompañante en el cajón. ¡Quién
mejor que él!
Y ya que estamos, mencionar a ese portento de la naturaleza que es Francisco Contreras "Super Paco" que a sus 75 años de edad, también fue capaz de completar el recorrido integro de la carrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario