Una
carrera muy importante, mi primera de más de 100 km, mi debut en una ultra con
mayúsculas, una gran aventura, y con gran ilusión me enfrentaba a ella.
Era
consciente de que no había entrenado lo suficiente, de que me faltaban días
largos y de que no podría tirar de rentas durante mucho tiempo. Es por eso por
lo que mi planteamiento tenía que ser muy conservador.
Disfrutando del principio de carrera. |
Un ritmo cómodo me hace pasar la primera parte de la carrera bastante descansado, pero poco a poco empiezo a notar el paso de los kilómetros y la falta de entrenamiento. Al cansancio generado por el desgaste normal de la carrera, se le va a unir un desagradable dolor estomacal, que hace que empiece a sufrir.
De
camino a Culla (7º avituallamiento km 72), tengo mi primera crisis, que me
imposibilita seguir el ritmo de Antonio Ibarra, al cual había alcanzado unos kilómetros
antes. Esto es muy largo y las cosas dan muchas vueltas.
En
Culla intento comer y descansar, siendo espectador privilegiado de la lucha femenina
por el tercer puesto. Miryam Talens va como una moto, poco a poco le recorta terreno a
Teresa Nimes, la cual lucha por no perder su tercer puesto.
Miryam |
Una
vez recuperado, dejo de ser espectador y paso a ser partícipe: adelanto a Miryam y me coloco junto a Teresa para ayudarla en su lucha. Nuestra cooperación
dura muchos kilómetros, donde puedo comprobar que mi compañera de SENDA está
hecha de una pasta especial, la pasta de las luchadoras.
Teresa |
Pero
nuestra perseguidora también estará forjada con el mismo material, pues no se
pone nerviosa, nos sigue a lo lejos y espera su momento para adelantarnos. Una buena
aventura, pero ya finalizada, y aprovechando una pequeña bajada hacia Xodos, me
separo de mi compañera en busca del kilometro 100 de carrera.
Es aquí
cuando empieza mi última aventura, una historia de compartir sufrimiento y ganas de terminar. Tuve la suerte de
encontrarme con Alberto Plazas y juntos los dos; sin prisas, sin piques, sin
competir, solo terminar la carrera. Largas conversaciones para dos corredores
que casi ya no podía ni andar. Conversaciones a las que al final también llego
a unirse Teresa. Afrontamos la última bajada con barro y a oscuras para terminar agarrados de la mano, esta magnífica
carrera.
El mejor premio |
Enhorabuena! Algunos nos conformariamos con poder hacer la mitad algún día! jeje
ResponderEliminarBueno, un 100 en la mochila jejeje, no era para "matarse" llegando corto de kilometros, pero rendistes bien al fin y al cabo y además le echastes una buena mano a Teresita ke lo estaba pasando mal. Gracias por estar allí y por llegar de la mano de buenos amigos. Un abrazo
ResponderEliminarRealmente nos echamos una mano mutuamente. Y al final en el juego de la cooperación entro hasta Alberto, los tres estábamos regular, pero juntos encontramos las fuerzas para llegar.
Eliminar¿Alguien sabe como se entrena una ultra? Ya la "corta" con 63 km se podía considerar una ultra, así que la vuestra es una "superultra". Creo que estas distancias son imposibles de entrenar, pienso que aquí lo importante es mantenerse hidratado y comer bien. Si te dehidratas o te estas con vómitos o diarrera estás listo. El cansancio en cambio nos llega a todos pero nos permite, más lento o más rápido, llegar.
ResponderEliminarEnhorabuena por acabar tu superultra
Buenos compañeros de viaje y bonita la foto de llegada ciento y pico de kms despues. Un saludico.
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